¿Quién no ha visto en televisión el anuncio
que rodó Mariví Bilbao antes de fallecer para promover el reciclado del vidrio?
Foto tomada esta misma mañana en la prolongación de Juan Manuel Durán |
Soy fiel recicladora, además de las que pasea
a la perra con spray lleno de agua y desinfectante, bolsas, toallitas y alcohol en gel. Vivo en un barrio céntrico de nuestra ciudad, en Guanarteme. Pero
realmente me pregunto cómo es posible que nuestros políticos llenen las calles
de líneas verdes, azules, que cobren por aparcar cerca de la playa, que sableen
al ciudadano con multas astronómicas solo por hacer uso de las vías públicas
los fines de semana cuando llevan a la familia a la playa. Hace un par de semanas
publicaba en su blog el compañero Juan García Luján la escabechina que hacían
en los aledaños de Las Alcaravaneras. Recaudar, recaudar y por qué no lo hacen
poniendo multas a quiénes destrozan o ensucian el mobiliario público, las
calles que son de todos… ¿Por qué no se multan a sí mismos por no recoger los
residuos urbanos?, porque hay miles de contenedores hediendo, en los que además
lo reciclado se acumula en las aceras porque ya no caben en los contenedores…
Mis calles están muy sucias, nuestras calles están muy sucias… no hablo por
hablar… da asco caminar por las aceras
… quizá Mariví debería volver de donde
esté y pasear en un carrito a nuestro alcalde y darle un par de collejas. ¿Cómo
podemos traer visitantes a la ciudad en estas condiciones? ¿Acaso uno no limpia
su casa por higiene, por comodidad, convivencia y para recibir visitas?... pues
ojalá dejasen de hacer escraches a las tarjetas de crédito de los conductores
que se buscan la vida para aparcar y se dedicasen a mantener limpia nuestra casa
y multar a quién no sepa convivir, a quién no respete que un solar abandonado
por una empresa constructora no es un vertedero ilegal, es un espacio donde
hubo familias, donde vivió y murió gente, un espacio que nos afecta a todos y
donde ratas, cucarachas, piojos, garrapatas, pulgas y demás bichitos campean a
sus anchas… ojalá se dedicasen a eso, controlar a los dueños de animales que no
cumplen con un mínimo. Baste pasearse
por la plaza de Emilio Zola, o la de República Dominicana, donde además hay
parques infantiles, y donde algunos propietarios y propietarias de animales los
llevan sueltos, además de no recoger sus residuos… Lo dicho, el alcalde debería
subir a un carro, carroza, o descapotable y pasear por nuestros barrios oliendo
el hedor de los contenedores y solares, y debería patear por ellos y franquear
obstáculos varios, que no están precisamente en la calzada, sino en las sucias
aceras… y si no cumple… “collejas”, y no de esas físicas, porque no soy
partidaria de la violencia, sino las que se dan donde más les duele a los políticos:
en las urnas.
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