viernes, 12 de julio de 2013

“O reciclas o collejas”

¿Quién no ha visto en televisión el anuncio que rodó Mariví Bilbao antes de fallecer para promover el reciclado del vidrio?
Foto tomada esta misma mañana en la prolongación de Juan Manuel Durán

Soy fiel recicladora, además de las que pasea a la perra con spray lleno de agua y desinfectante, bolsas, toallitas y alcohol en gel. Vivo en un barrio céntrico de nuestra ciudad, en Guanarteme. Pero realmente me pregunto cómo es posible que nuestros políticos llenen las calles de líneas verdes, azules, que cobren por aparcar cerca de la playa, que sableen al ciudadano con multas astronómicas solo por hacer uso de las vías públicas los fines de semana cuando llevan a la familia a la playa. Hace un par de semanas publicaba en su blog el compañero Juan García Luján la escabechina que hacían en los aledaños de Las Alcaravaneras. Recaudar, recaudar y por qué no lo hacen poniendo multas a quiénes destrozan o ensucian el mobiliario público, las calles que son de todos… ¿Por qué no se multan a sí mismos por no recoger los residuos urbanos?, porque hay miles de contenedores hediendo, en los que además lo reciclado se acumula en las aceras porque ya no caben en los contenedores… Mis calles están muy sucias, nuestras calles están muy sucias… no hablo por hablar… da asco caminar por las aceras
… quizá Mariví debería volver de donde esté y pasear en un carrito a nuestro alcalde y darle un par de collejas. ¿Cómo podemos traer visitantes a la ciudad en estas condiciones? ¿Acaso uno no limpia su casa por higiene, por comodidad, convivencia y para recibir visitas?... pues ojalá dejasen de hacer escraches a las tarjetas de crédito de los conductores que se buscan la vida para aparcar y se dedicasen a mantener limpia nuestra casa y multar a quién no sepa convivir, a quién no respete que un solar abandonado por una empresa constructora no es un vertedero ilegal, es un espacio donde hubo familias, donde vivió y murió gente, un espacio que nos afecta a todos y donde ratas, cucarachas, piojos, garrapatas, pulgas y demás bichitos campean a sus anchas… ojalá se dedicasen a eso, controlar a los dueños de animales que no cumplen con un mínimo.  Baste pasearse por la plaza de Emilio Zola, o la de República Dominicana, donde además hay parques infantiles, y donde algunos propietarios y propietarias de animales los llevan sueltos, además de no recoger sus residuos… Lo dicho, el alcalde debería subir a un carro, carroza, o descapotable y pasear por nuestros barrios oliendo el hedor de los contenedores y solares, y debería patear por ellos y franquear obstáculos varios, que no están precisamente en la calzada, sino en las sucias aceras… y si no cumple… “collejas”, y no de esas físicas, porque no soy partidaria de la violencia, sino las que se dan donde más les duele a los políticos: en las urnas.

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