Siempre soñó enamorarse de un escritor, decía que así le contaría mil anécdotas, y además podría ser miles de protagonistas, miles de mujeres, porque esperaba que siempre fuera ella en otros nombres, otras caras y otras pieles.
Y un día lo consiguió, se enamoró de un escritor, y resultó que ni le contaba anécdotas, ni fue nunca protagonista. Cosechó muchos éxitos, fama, dinero, viajes, chicas… ella le aguantaba borracheras, promociones, mal humor, noches en blanco… y lo compartió con miles de protagonistas, miles de mujeres, pero nunca fue ella en otros nombres, en otras caras y otras pieles. Y entonces... soñó desenamorarse de un escritor.
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