viernes, 10 de julio de 2015

Irremediable

Ese imparable, irremediable y legítimo deseo que nos invade, sólo tiene un remedio y es haciéndole caso. Deja que mis susurros te acompañen... que el latido de tu corazón se acompase al mío. Que el efluvio efervescente que desprenden nuestros cuerpos encuentren las caricias deseadas... Deja que me rinda a ti, mientras me brindas los gemidos que salen de tu garganta. 
Deja que la pasión siga su camino, no cortes la expresión de nuestras almas que se hablan sin querer. Déjame adentrarme en lo más íntimo de tu ser. Aceptemos de una vez que no importa el tiempo, que no hay nada más afuera entre tu piel y mi piel.

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