sábado, 11 de julio de 2015

Mírame


Tal vez se te haya olvidado como nos amábamos. Quizás no recuerdes el vaivén de nuestros cuerpos en las calurosas noches de agosto. La ventana abierta del balcón por la que entraban las voces de la calle, el ruido de los pocos coches que quedan este mes en la ciudad. Las cenas románticas a la luz de las velas, el frío vino blanco, el queso, el olor de la hierbabuena…
Las ropas ligeras de andar por casa, las transparencias pícaras de dormir que invitaban a pecar… quizás se te haya olvidado, quizás la pasión de aquellas noches se te pasó, quizás. Quizás olvidas los surcos de mis uñas en tu espalda, las uñas pintadas de colores llamativos apropiados para la estación. Quizás… pero sé que con una sola mirada puedo despertar la fiera que hay dentro de ti, esos animales irracionales que una vez prendidos con la llama del deseo no podrán parar de sentir.
Mírame, mírame sólo una vez y haré que tus pupilas se dilaten y me desees tanto como yo a ti.

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