Una quiso quedarse para siempre en su poesía... la otra sólo pretendía hacerlo en su vida y perdió... prefirió el poeta a la musa irreal, a la niña a la que llorar... así siguió haciendo poesías, pero nunca entendió que sus poemas eran siempre iguales, repetitivos, aburridos. .. las musas estaban bien siempre que fueran muchas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario