Quizá nos miremos de lejos con ojos llenos de nostalgia, quizá incluso llenos de emoción entremezclada con alguna acuosa y líquida visión.
Días azules, risas y llantos, confesiones, sueños... sin duda, nos equivocamos los dos.
Como humanos cometemos errores, e incluso a veces no nos entendimos, momentos compartidos que no se pueden borrar, se rompieron, pero al menos nos recuerdan que estamos vivos, que sentimos y somos capaces para retomar otros caminos.
Dolerá, pero es mejor afrontarlo ahora antes de que crezca el hastío, la intolerancia, la eterna duda y sentir herido el corazón.
Quizá nos miremos por el rabillo del ojo, de soslayo, por encima de los besos de rigor, y con esa sensación terrible de las cosas que no tienen solución.©
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