lunes, 12 de septiembre de 2016

Nada

Foto de Noemí RHpositivo, derechos reservados.©


Cómo enfrentarse a la nada, al silencio, a las dudas de lo qué será de nuestras vidas mañana, de lo qué será hoy mismo...

Huellas de gente que ya pasó por donde vas a pasar, huellas que dejas para quienes vengan detrás...

Filosofía, liturgia, demagogia, qué importa ahora lo que sea lo que te pasa por la mente... ver las nubes pasar, sentir la brisa en la cara, ¡cómo ese aire que nos pertenece hace cosquillas en el cuerpo!

La arena, esa que parece eterna pero que a cada segundo se mueve de lugar, la plúmbea tarde que arrastra los colores del verano que se va... 

El mar a lo lejos que se insinúa, que indica majestuoso su inmensidad, tu pequeñez, la irregularidad de tiempo, los oleajes, las orillas cercanas, las de más allá... las voces de las caracolas, las sirenas dormidas y un Poseidón invisible que vela su reino.

Ese mar que trae despojos, que se los lleva... que se viste de colores azules, turquesas, verdes y lleva pecios en los pies que quizá nunca aparecerán. Islotes, islas, continentes... ¿quién sabe que secretos esconderá? Agua, agua de finita vida que nos subyuga y aterra a la vez.

¿Dónde se van las cosas importantes cuando se van?, ¿los besos, los amores, los sentimientos baldíos que nunca darás?... ¿los recuerdos y olvidos, las lágrimas saladas que inundan el alma y que oxidan por dentro?

¿Y cuándo el mundo desaparece, o lo parece? ¿las alegrías, las alegrías dónde van?©

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