martes, 27 de junio de 2017

Alivio


Ella iba en la guagua hablando sola... lloraba y el mundo miraba su pantalla de móvil o por la ventana. Le pregunté si estaba bien y entonces me soltó su historia a bocajarro: "me ha dejado, después de darle hasta mi alma me ha dejado". "Lo siento" espeté, " a todas nos ha pasado alguna vez", traté también de mirar mi pantalla, triste, cabizbaja, recordando cuando apenas unos días atrás, era yo la que lloraba tras las gafas de sol. Mis pensamientos me alejaron de ella, pero a la vez me transformé en ella. Alguien me miró e hizo señas con el dedo sobre las sienes, esa señal universal que entendemos. Seguí metida en mi interior, pensaba en mí, quizás también estaba loca, quizás también agonicé así, quizás también alguien hizo esa señal a otra persona cerca de mí sin percatarme... quizás también hablé sola, porque el dolor nos iguala, nos persigue, nos consume... y entonces por primera vez en semanas sentí alivio. "Ya se te pasará", recordé. Frías, duras, apáticas palabras de un mentiroso compulsivo y reí, reí por dentro sabiendo que era a él al que no se le pasaría.

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