viernes, 27 de julio de 2018

Vieja ventana

Hay tanto polvo acumulado en los cristales que se puede escribir con el dedo. Restos de lágrimas secas hacen aguajes sobre el alfeizar. Tiempo sin tiempo enredado en las viejas cortinas de encaje. Enredaderas que cierran el espacio, aire reseco, silbidos distantes entre las hojas. No se oyen las olas, el mar no se ve. Una maceta reseca, una piedra que observa la vida, voces enlatadas en los recuerdos. Sueños perdidos calle abajo, de una calle que apenas se ve, de una calle que no tiene salida, de una calle que no te volverá a ver.

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